martes, 31 de mayo de 2011

EL RECTO

Otro importante proceso de excreción que realiza nuestro cuerpo es la eliminación de las sustancias indigeribles de la comida. El intestino grueso es el encargado de transformarlas en heces, pero a través del recto y el ano, finalmente, son expulsadas.
El recto es el último tramo del tubo digestivo, situado inmediatamente después del colon sigmoide. El recto recibe los materiales de desecho que quedan después de todo el proceso de la digestión de los alimentos, constituyendo las heces. El recto es la parte final del intestino grueso y tiene una longitud de 15 cm, y de aquí las heces fecales salen del cuerpo a través del ano.

EL ANOCon una longitud cercana a los cuatro centímetros, corresponde a la parte final del tubo digestivo. Se comunica en su parte superior con el recto y en su porción inferior con la piel que rodea al orificio anal, por lo que está recubierto por mucosa y piel.
Comprende tres importantes músculos: el esfínter externo, el interno y el músculo elevador del ano. El primero de ellos corresponde a fibras de músculos estriados y actúa de manera voluntaria, permitiendo aguantar la necesidad de defecar (lo hace mediante sucesivas contracciones).
El esfínter anal interno se asemeja a una hoja plana de músculos y responde a una serie de estímulos no conscientes que se  desencadenan a la hora de evacuar las heces.
Por último, el músculo elevador del ano permite retener y fraccionar las heces, evitando además que estas salgan por acción de la gravedad.

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